Un hallazgo inesperado reaviva la pregunta sobre si estamos solos en el universo.
Un grupo de investigadores de la NASA logró lo impensado: detectaron indicios claros de un océano salado y subterráneo fuera del planeta Tierra. El hallazgo fue en Calisto, una de las lunas de Júpiter, y podría representar uno de los avances más relevantes de la ciencia moderna.
El descubrimiento se basa en datos recolectados por la misión Galileo en los años 90, que fueron reanalizados con nuevas herramientas científicas. Al observar anomalías magnéticas y descartar otras explicaciones, los expertos concluyeron que existe una capa de agua oculta bajo la superficie helada de esta luna. Una vez más, el universo muestra que guarda secretos que recién ahora empezamos a descifrar.
Si este océano efectivamente existe, podría transformar lo que sabemos sobre la vida fuera de la Tierra. Ya no hablamos solo de condiciones extremas o ambientes secos e inhóspitos, sino de un entorno acuático que, con la composición adecuada, podría albergar organismos vivos.