La celebración del 7 de agosto refleja una combinación de religiosidad popular, reclamos por derechos y esperanza.-  eldiariodecatamarca.com

En dialogo con La Isla FM 107.9, el padre Marcelo Amaya, cura párroco de la iglesia Santa Rosa de Lima e integrante de la comunidad religiosa de la iglesia “Señor del Milagro”, ubicada frente a la Plaza de Choya en la zona norte de la Ciudad, se refirió a la figura del santo patrono del trabajo destacando “Cayetano de Thiene, nacido el 1º de octubre de 1480 en Vicenza, Italia, fue un hombre de familia acomodada que estudió Derecho en la Universidad de Padua antes de ingresar a la vida eclesiástica. Su devoción por los más necesitados lo llevó a fundar la Orden de Clérigos Regulares Teatinos, cuya misión era vivir de manera austera y enfocada en la oración y el servicio a los pobres”.

“San Cayetano dedicó su vida a obras de caridad y fundó instituciones como los Montes de Piedad, precursoras de los bancos públicos, para ayudar a los más necesitados. Murió el 7 de agosto de 1547 en Nápoles, a los 66 años, y fue beatificado en 1629 y canonizado en 1671”.

“Aunque la devoción a San Cayetano comenzó mucho antes, su vinculación con el trabajo y la economía no se consolidó hasta principios del siglo XX, específicamente en la Argentina. Durante la década de 1930, en el marco de la gran crisis económica global, el país sufría una grave desocupación y pobreza. Fue entonces cuando el sacerdote Domingo Falgioni, director espiritual de los Círculos de Obreros Católicos, promovió la figura de San Cayetano como intercesor por el trabajo y el pan. Falgioni diseñó una estampa religiosa en la que el santo aparecía con el Niño Jesús en brazos y una espiga de trigo, símbolo del alimento. La imagen se difundió rápidamente entre los trabajadores y sectores populares, consolidando a San Cayetano como patrono del trabajo y la prosperidad”.

Amaya comentó también que “en la iglesia del Señor del Milagro, que es una de las primeras iglesias construída en nuestra provincia, se encuentra una bella imagen de aproximadamente 1,70 mts de estatura en honor a San Cayetano”

San Cayetano se ha convertido en símbolo social y político, especialmente entre los sectores más vulnerables, y la celebración del 7 de agosto refleja una combinación de religiosidad popular, reclamos por derechos y esperanza.

La figura de San Cayetano, más allá de su significado religioso, sigue siendo un símbolo de solidaridad, resistencia y esperanza para miles de argentinos que, en tiempos de dificultad, encuentran consuelo y fuerza en su intercesión.