Investigadores del CONICET y la Universidad Nacional de Tucumán compartieron en Catamarca los avances científicos sobre Cueva Cacao 1.A, un sitio arqueológico único que permite reconstruir la vida, el ambiente y las expresiones culturales de la región desde tiempos remotos. –eldiariodecatmarca.com

Un equipo de investigadores del CONICET y de la Universidad Nacional de Tucumán brindó una conferencia en el CATA (Centro de Arte y Tecnología Aplicada) sobre los avances científicos en torno al sitio arqueológico Cueva Cacao 1.A, uno de los espacios más antiguos y significativos de la Puna catamarqueña.
Durante la conferencia, los investigadores compartieron los resultados de décadas de trabajo científico en Cueva Cacao 1.A, un alero rocoso ubicado en Antofagasta de la Sierra, descubierto en 1991 por el arqueólogo Carlos Aschero. El sitio es considerado un verdadero lugar de memoria y encuentro académico, donde confluyen investigaciones de distintas disciplinas.
Se trata de un espacio único desde el punto de vista paleoambiental, ya que presenta evidencias arqueológicas y paleontológicas que superan los 40 mil años de antigüedad. Entre los hallazgos más destacados se encuentran restos de fauna extinta, como el Megatherio y el Mylodon, que permitieron reconstruir aspectos del comportamiento, la alimentación de estos animales y el tipo de vegetación que caracterizaba la Puna en tiempos remotos.
En capas más recientes del sitio también se recuperaron elementos vinculados a ocupaciones humanas, como mechones de cabello, sandalias de cuero, un sonajero rústico, fragmentos cerámicos, además de pinturas y grabados rupestres. Estas manifestaciones muestran una superposición de estilos a lo largo del tiempo, con figuras humanas, camélidos, máscaras y signos propios del arte regional, sin delimitaciones cronológicas estrictas en el soporte rocoso.
Desde la organización se recordó que Cueva Cacao 1.A no está habilitada para visitas públicas, debido a su fragilidad y valor científico. No obstante, Catamarca cuenta con otros sitios arqueológicos puestos en valor y abiertos al turismo, como La Tunita en Ancasti, El Shincal de Quimivil en Londres (Belén), Pueblo Perdido de la Quebrada en San Fernando del Valle de Catamarca y Loma Rica de Shiquimil en San José, departamento Santa María.

