La conjunción será entre el domingo y el miércoles: Mercurio, Venus, Júpiter y Saturno se verán junto a la luna llena. Urano y Neptuno, a simple vista, no.
Del domingo 10 al miércoles 13 se presenta la oportunidad de levantar la vista al cielo hacia donde asoma el sol desde gran parte del territorio argentino, incluida la región patagónica, y disfrutar de uno de los eventos astronómicos más espectaculares de los últimos años: seis planetas alineados junto al satélite de la Tierra, la luna.
La madrugada del martes 12 será el punto máximo de la conjunción estelar, que además coincidirá con el pico de actividad de la lluvia de meteoros Perseidas.
La alineación planetaria entre el domingo y el miércoles permitirá observar a Mercurio, Venus, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, junto a la Luna en fase de luna llena, también llamada Luna de Esturión.
Cuatro de ellos, Mercurio, Venus, Júpiter y Saturno, serán visibles, mientras Urano y Neptuno no se distinguirán a simple vista, por lo que se necesitarían instrumentos astronómicos, como prismáticos o telescopio) para poder apreciarlos.
Del 12 al 13 de agosto acompañará al fenómeno visual planetario el pico de actividad de las Perseidas, una de las grandes lluvias de estrellas del año, que este año no será tan espectacular como en otras ocasiones, porque la Luna será un obstáculo para ver los meteoros más tenues.
El fenómeno es óptico, porque el alineamiento no es en una perfecta línea recta sino que sus posiciones proyectadas forman una curva dentro del plano de la eclíptica, lo cual genera la ilusión de que están “juntos” en el firmamento.
La visibilidad sólo será factible si la bóveda azul no está nubosa y no "encandilan" luces artificiales o se interponen árboles y edificaciones altos.
Si bien el fenómeno de la alineación planetaria será visible en toda la Argentina, las condiciones geográficas y atmosféricas hacen que algunos puntos de la Patagonia ofrezcan ventajas para la observación.
Es el caso de la meseta central de Chubut (alrededor de Gan Gan, Paso de Indios o Telsen), debido a la altitud, escasa nubosidad y baja contaminación lumínica.
En la cordillera de los Andes (Esquel, El Bolsón y San Martín de los Andes), los cielos limpios en altura ofrecen condiciones ideales si el clima acompaña y no hay nubosidad invernal.
También la Península Valdés y costa norte de Santa Cruz pueden ser excelentes puntos de observación, especialmente en áreas rurales alejadas de Puerto Madryn o Caleta Olivia, por tener cielos abiertos y poco alumbrados.
Contaminación lumínica
En ciudades grandes como Comodoro Rivadavia, Trelew o Neuquén, con mayor contaminación lumínica que dificulta el enfoque, será necesario desplazarse a las periferias para despejar la visual. Lo mismo que en Río Gallegos o Ushuaia la nubosidad será un obstáculo.
Para los que se pierdan esta espectacular configuración de agosto de 2025, habrá desquite recién en octubre de 2028, cuando se presentará la próxima alineación destacada, cuando cinco planetas se tornarán visibles antes del amanecer.
Y si no, recién para febrero de 2034 se espera una nueva alineación múltiple, aunque con visibilidad limitada desde el hemisferio sur, especialmente en el caso de Venus y Mercurio.
Juntos en el mismo lado del Sol
Los planetas solo parecen estar alineados desde nuestra perspectiva.
En realidad, se encuentran en el mismo lado del Sol (si se viera el Sistema Solar desde una perspectiva polar) pero a mucha distancia entre sí.
En cuanto a la lluvia de estrellas en sí en la jornada del 12 de agosto, hay que destacar que la Luna estará sobre el horizonte durante gran parte de la noche y, por ello, tanto después del atardecer como antes del amanecer nos encontraremos con las mejores oportunidades.
En cuanto a los planetas, agosto también es un gran mes para observar Mercurio, porque está alcanzando su mayor separación del Sol en el firmamento.
Por lo que se elevará sobre el horizonte algo más pronto que nuestra estrella y será más fácil de ver.
Júpiter y Venus merecen una mención especial porque van a estar muy cerca en el cielo, separados por apenas 0º 52′. Es la distancia más pequeña que los separará en el firmamento de la Tierra durante este año.
Urano será fácil de observar con la ayuda de prismáticos astronómicos, porque se encuentra lejos de la Luna y estará muy alto sobre el horizonte.
No se puede decir lo mismo de Neptuno, que va a estar en una situación menos favorable.
El planeta más lejano del Sol estará muy cerca de Saturno en el cielo y esto hará que su brillo lo haga todavía más difícil de observar.
Habrá que utilizar un telescopio (e incluso así, según cuál tengamos, puede que no sea suficiente).
La recomendación de no mirar al Sol de manera directa ni un instante, como tampoco en su entorno, para no sufrir daños oculares permanentes, se repite para todos los fenómenos astronómicos.