Milei rechazó la propuesta de Álvarez Agis. Radiografía del boom de pagos digitales. Seguirá el impuesto al cheque.

Mientras el debate económico de la semana en redes sociales se centró en una propuesta para gravar el uso del efectivo, lo que ocurre en la realidad es que el uso del billete está en mínimos históricos, completamente desplazado por los medios de pago electrónicos, más precisamente por las transferencias y el QR.
La discusión surgió a raíz de una declaración del exviceministro de Economía del peronismo, Emmanuel Álvarez Agis, quien propuso reemplazar el impuesto al cheque por un tributo al uso del efectivo. El presidente, Javier Milei, lo cruzó muy fuerte en X y lo tildó de “ladrón”.
Pese a que el Gobierno descartó completamente esta idea a la hora de llevar adelante una reforma tributaria en el Congreso, lo cierto es que también descartó eliminar rápidamente el impuesto al cheque. Se trata de un tributo que surgió “para la emergencia” en 2001, promovido por el exministro de Economía, Domingo Cavallo, y que ya lleva 20 años gravando las transferencias bancarias.
Esta semana, en una conferencia en FIEL, el ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que el Gobierno no se puede “dar el lujo” de eliminar actualmente algunos impuestos distorsivos, como el impuesto al cheque, por la magnitud que recauda. De hecho, reveló que representa 1,5% del PBI, incluso por encima de las retenciones, que aportan 1,2%. Si bien la letra chica de la reforma tributaria aún no es pública, Caputo dio a entender que será más gradual, con el objetivo de buscar la simplificación tributaria más que la reducción de impuestos, dado que mantener el superávit fiscal es el “ancla” del programa económico.
Radiografía de los medios de pago
El uso del efectivo en la Argentina cayó a mínimos históricos. Según el Informe de Inclusión Financiera del Banco Central, el circulante se mantiene en torno a 6,2% del PBI, el nivel más bajo de los últimos años y un piso que se repite desde hace tres semestres consecutivos.
El informe muestra que no solo cae el efectivo como proporción del producto, sino también su uso cotidiano. La cantidad de extracciones por adulto se desplomó en el último año y medio: pasó de 2,7 retiros mensuales en diciembre de 2023, a 2,8 en diciembre de 2024, y cayó a apenas 1,9 en junio de 2025. Es decir, la gente va menos de dos veces por mes en promedio al cajero.
En el comercio minorista, el retroceso también es visible. La participación del efectivo volvió a descender en las ventas de supermercados y mayoristas durante el primer semestre de 2025, confirmando una tendencia estructural: el billete pierde terreno incluso en transacciones pequeñas.
La sustitución es clara. Desde 2018, el monto promedio por operación con medios de pago electrónicos viene bajando en paralelo a la expansión de los pagos inmediatos, lo que sugiere un reemplazo directo del efectivo por transferencias y Pagos con Transferencia (PCT), que comparten dos atributos clave con el billete: acreditación inmediata y costo nulo o muy bajo.
Boom digital
Mientras el efectivo retrocede, los medios de pago electrónicos siguen consolidándose. El Banco Central destaca que, en junio de 2025, cada adulto realizó en promedio 28,4 operaciones electrónicas mensuales, un aumento interanual de 13,2%. Además, el monto promedio mensual por adulto creció 21,1% interanual en términos reales, superando al aumento en cantidad de transacciones por primera vez en varios períodos. Esto elevó el valor promedio por operación.
Los pagos inmediatos se afianzaron como el corazón del ecosistema digital: representaron el 60% de todas las operaciones con medios electrónicos en el primer semestre del año y concentraron el 73% del monto total. En el caso de las transferencias por adulto, el crecimiento fue acelerado: 5,8 operaciones en diciembre de 2023, 12,2 en diciembre de 2024 y 15,2 en junio de 2025.
Los Pagos con Transferencia (PCT) también avanzaron de manera sostenida, trepando de 0,8 en diciembre de 2023 a 1,7 en junio de 2025. El informe destaca que su alta aceptación en comercios y la acreditación inmediata los vuelve especialmente competitivos. Hoy, las comisiones que pagan los comercios por estas operaciones oscilan entre 0,6% y 0,8%, muy por debajo de otros instrumentos.
De manera sorpresiva, la propuesta de Agis tiene adeptos en algunos sectores empresarios. Esta semana, en el evento anual de la Cámara Fintech, importantes empresas de pagos digitales mencionaron que no es una idea descabellada y que existe en otros países. Con respecto al boom de las transferencias, remarcaron que, si bien se realizan dentro de la formalidad, al ser operaciones de persona a persona no pagan impuestos, como sí ocurriría si fueran entre un cliente y un comercio. Como ejemplo, mencionaron el caso del verdulero que pasa su alias personal, recibiendo la transferencia como si fuera un familiar o amigo.
Tarjetas: pérdida de terreno
En paralelo, las tarjetas de débito muestran una caída: la cantidad de pagos por adulto pasó de 10,4 en diciembre de 2024 a 10,1 en junio de 2025. El Banco Central atribuye el retroceso a la sustitución por pagos inmediatos y al boom de los Fondos Comunes de Dinero (FCD), que permiten pagar directamente con fondos invertidos sin necesidad de fondear la caja de ahorro. Son los llamados “money market”, que generan un interés diario y permiten mantener la liquidez, a diferencia de un plazo fijo.
En las ventas comerciales, el uso del débito perdió 3 puntos porcentuales en el primer semestre del año. En contraste, las tarjetas de crédito crecieron tanto en cantidad como en monto, impulsadas por las operaciones en un solo pago y por un renovado dinamismo de las compras en cuotas.
La expansión digital no solo se ve en las transacciones, sino también en la base de usuarios. Al cierre del primer semestre, el 75,5% de los cuentahabientes realizó pagos electrónicos, lo que equivale a 28,3 millones de personas: un millón más que seis meses atrás.
El contexto acompaña: el 85% de la población adulta usa el celular todos los días y el 78% declara uso diario de Internet, lo que facilita la adopción de billeteras digitales y transferencias.
Los llamados “usuarios mixtos”, que combinan proveedores digitales con canales físicos, pasaron de 17,3 a 27,4 millones entre 2022 y 2025. El salto confirma que la economía argentina atraviesa un proceso sostenido de digitalización.
