El plan de las nuevas autoridades de Fabricaciones Militares prevé una reducción de empleados en las cinco unidades que aún quedan en pie de las 14 que tenían distribuidas en todo el país.

Las nuevas autoridades de la empresa del Estado Fabricaciones Militares lanzó en las últimas horas dos programas para reducir personal. Uno es el de las jubilaciones anticipadas, que permite a los trabajadores retirarse de la actividad laboral 60 meses antes de la fecha de la pasividad. El otro es el de retiros voluntarios, que el Gobierno llama "Programa de Egreso Consensuado".

De esta forma, se planea reducir en un 20% del personal en sus cinco plantas industriales, que fueron las que quedaron de las 14 originales que tenía el país. Las fábricas que aún subsisten son las de Río Tercero y Villa María (en Córdoba), Azul (en Buenos Aires), Fray Luis Beltrán (en Santa Fe) y Jachal (en San Juan). Además, por supuesto, de la sede central ubicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Ante el anuncio realizado, desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) anunciaron una serie de asambleas y una firme postura en oposición a este mecanismo que llaman "despidos encubiertos". En esta misma línea, y más allá de la situación particular de los trabajadores de Fabricaciones Militares, subrayaron la falta de un panorama productivo para la continuidad de esas sedes.

“Esto demuestra que no hay un plan productivo que incremente la producción, cuando están todas las condiciones para hacerlo”, señalaron delegados de ATE en la sede de Villa María, Córdoba. “Nosotros proponemos que hagan inversiones para producir más de lo que estamos produciendo, porque tenemos capacidad ociosa en la Fábrica Militar y clientes que demandan lo que hacemos”, aseguró Jorge Heredia, secretario general del gremio estatal al diario de Villa María.

En esa línea, adelantó que el próximo 6 de mayo, fecha en la que está prevista la visita del ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, a esa sede de Fabricaciones Militares, esperan poder entregar un petitorio para "solicitar un programa productivo que garantice el funcionamiento a pleno del Polvorín".

Cabe recordar que Fabricaciones Militares, empresas del estado vinculadas al Ministerio de Defensa, se encontraban dentro de la lista de empresas a privatizar que dio a conocer el Gobierno de Javier Milei como anexo de la vieja “Ley Ómnibus” que fue retirada por decisión del Presidente cuando era debatida en particular en sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados de la nación.

El costo del achicamiento del personal comenzó con la no renovación de contratos temporarios, a lo que se le suma ahora las dos alternativas para el resto de los trabajadores: retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas. La estimación de las autoridades es que se reduzca la planta total de casi 1.500 empleados, en 288 menos por acuerdos “consensuados”.

De todas las sedes, las dos plantas de Río Tercero son las que suman la mayor cantidad de personal, unos 384 empleados. Cabe recordar que, durante abril, una de ellas, la Petroquímica, cerró sus puertas y dejó de producir por decisión del directorio. Se trata de la principal productora de espuma de poliuretano del país, la cual pausó sus operaciones durante este mes de abril, a causa de la fuerte caída de las ventas de sus principales clientes. En esa ciudad, la segunda planta militar produce químicos (la mayor parte para  industrias privadas), siendo esa unidad la más rentable del complejo donde también existen talleres metalmecánicos.

Por su parte, en Villa María, Azul y Jachal se producen pólvoras y explosivos, principalmente para  la actividad minera. Por su parte, la planta de Santa Fe fabrica municiones de uso policial, militar y civil.

Por último, en la sede central en Buenos Aires está el directorio y áreas administrativas y comerciales.