Los ciberdelitos crecen en América Latina y Argentina aparece cada vez más expuesta ante ataques digitales que se vuelven más rápidos y precisos.
Los ciberdelitos ya no son una amenaza lejana, son una crisis global en expansión. En todo el mundo, los ataques digitales se multiplican a una velocidad alarmante, poniendo en riesgo desde bancos y gobiernos hasta hospitales y servicios básicos. Hoy los hackers no sólo secuestran datos, sino que apuntan directamente a interrumpir servicios, generando caos económico y social.
Solo en el primer trimestre de 2025 se registraron alrededor de 1,5 trillones de eventos maliciosos a nivel mundial, y un 25% se concentró en América Latina. Con infraestructuras digitales en expansión, políticas de ciberseguridad en desarrollo y un creciente uso de nuevas tecnologías, los países latinoamericanos aparecen como objetivos cada vez más atractivos para los ciberdelincuentes.
Argentina bajo ataque
En este contexto, Argentina no está exenta. Según el último informe del laboratorio de inteligencia de amenazas de Fortinet, entre enero y junio de 2025 se registraron 1.600 millones de intentos de ciberataques en el país.
La estrategia de los ciberdelincuentes cambió de manera radical. Ya no se trata de ataques masivos al azar, sino de operaciones más inteligentes y personalizadas, utilizando herramientas potenciadas por inteligencia artificial para detectar vulnerabilidades.
“Los ciberatacantes están trabajando de un modo más inteligente. En lugar de lanzar campañas indiscriminadas, actualmente los actores de amenazas están invirtiendo en reconocimiento, escaneando redes a un ritmo de 36.000 intentos por segundo”, detalla el informe. Solo en el primer semestre, se contabilizaron 800 millones de escaneos activos. Solo en el primer semestre, se contabilizaron 800 millones de escaneos activos.
Con esa información, los hackers ajustan sus ataques para ganar precisión y velocidad. Esto significa que, en cuestión de segundos, pueden identificar un servicio débil y explotarlo de manera automatizada, maximizando el daño.
Una defensa que debe evolucionar
Desde Fortinet advierten que las defensas tradicionales ya no son suficientes para detener esta ofensiva. Las campañas automatizadas son más rápidas, más sofisticadas y más difíciles de contener. En este escenario, Argentina necesita avanzar hacia estrategias de ciberseguridad más integradas y con apoyo de inteligencia artificial. De lo contrario, la pregunta no es si habrá un ataque exitoso, sino cuándo.