Cada dólar que ingresa al stock de las reservas internacionales, sea por compra del BCRA o del Tesoro, entusiasma al mercado, por calificarlo de alguna manera. Lo cierto es que dado el exiguo margen el monitoreo es diario sobre las reservas y todo lo vinculado con ellas.

De acuerdo con los últimos datos disponibles las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) registraron un aumento de US$1.098 millones en el inicio de la semana. De esta manera las reservas brutas alcanzaron los US$41.241 millones.

En la antesala de la aprobación de la primera revisión del programa EFF con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que gatillará un desembolso de US$2.000 millones, se registró otro financiamiento de organismos internacionales, según se especula en el mercado. De esta forma, se estima que las reservas netas, excluyendo los pagos de los BOPREAL de los próximos 12 meses, rondan la zona de US$5.000 a US$6.000 millones.

Si bien las reservas brutas pasaron de US$40.143 millones a US$41.241 millones, al contemplar los cambios en la valuación de monedas que integran las reservas, hay una suba de US$1.060 millones sin explicar. Según estimaciones del mercado, se trataría de un desembolso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por cerca de US$1.200 millones, “por lo que la diferencia se explicaría por una baja de encajes de aproximadamente US$102 millones”, arriesgan desde PPI.

Inyecciones a las reservas

Cabe recordar que el jueves pasado el BID había anunciado la aprobación de dos préstamos por un total de u$s1.200 millones para que Argentina avance con reformas clave que fortalezcan su sostenibilidad fiscal, mejoren el clima de negocios y aumenten la competitividad. Claro que, como usualmente ocurre, el comunicado no especificaba fecha de desembolso de los fondos.

En paralelo, el equipo económico liderado por Luis Caputo ansia la aprobación del Directorio del FMI, último paso que resta tras la aprobación técnica de la revisión de las metas del segundo trimestre, para que el organismo gire los US$2.000 millones pendientes. De todos modos, no debe soslayarse que hay diferencias entre uno y otro desembolso: mientras que el pendiente del FMI no contabiliza para la meta de reservas, el del BID sí. Por lo tanto, PPI estima que con los fondos del BID la liquidez del BCRA mejorará de US$18.398 millones al 25 de julio pasado (últimos datos monetarios disponibles) a US$19.389 millones.

De manera similar, “las reservas netas menos “ácidas”, que no consideran como pasivos de corto plazo los depósitos del Tesoro en moneda extranjera en el BCRA y las obligaciones de BOPREAL pagaderas a 12 meses vista, treparían de US$4.591 millones a US$5.734 millones”, calculan desde PPI. En cambio, aclara la consultora, las reservas netas más “ácidas”, que sí contempla como pasivos de corto plazo lo antes excluido, permanecerían sin cambios en US$85 millones, ya que tanto el activo (reservas brutas) como el pasivo del BCRA (depósitos del Tesoro en el BCRA) aumentarán en la misma magnitud. En tal sentido, vale destacar que, con el desembolso a punto de ingresar del FMI, las reservas líquidas treparían a los US$21.400 millones, el nivel más elevado desde septiembre 2019.

Otro dato que destacan en el mercado es que, desde fines junio pasado, el Tesoro viene comprando divisas dentro de las bandas de flotación, lo que también impacta positivamente en las reservas. Por ejemplo, según los datos del último Balance Cambiario, en junio, el Tesoro adquirió US$175 millones. Y a su vez, en base a los movimientos en los depósitos en pesos y moneda extranjera en el BCRA, los analistas estiman que lleva comprados alrededor de US$800 millones adicionales en lo que va de julio hasta el viernes pasado. Por lo tanto, según cálculos de PPI, el Tesoro habría adquirido casi US$970 millones entre junio y julio a un tipo de cambio promedio (estimado) de $1.251, lo que, de facto, impone un piso inferior al esquema de bandas.