El proyecto de ley que está en Congreso para modificar el impuesto sube los topes de facturación, pero se queda corto en los montos de alquileres y otros puntos. Cuáles son los riesgos de los cambios.

El proyecto de ley que se debate en el Congreso de la Nación y ahora está en la cámara de Diputados para modificar el monotributo iría en contra de la mayoría de los monotributistas, que son los que se encuentran en las categorías más bajas. En este marco, si bien se subirán los topes de facturación y, por ende, las cuotas que hay que pagar esto no alcanzaría para compensar la difícil situación que atraviesa el sector. Los límites más altos irían a compensar la mayor facturación por ventas debido a la inflación y no por mayor ganancia. Sin embargo, hay cifras que siguen igual y que van a afectar a los que menos facturan.

Desde Monotributistas Asociados de la República Argentina (MARA) explicaron que el aumento de los topes de las categorías beneficia solo al 7% de los que están bajo este tributo y que se encuentran en las categorías más altas. En tanto, perjudica al 93% restante de todo el universo monotributista. Los que hoy se encuentran comprendidos en la categoría “G” hasta la Categoría "K" se ven beneficiados al bajar de categoría con este nuevo Proyecto de Ley porque o van a una categoría menor o van a pagar menos de lo que aportan hoy.

El aumento de los topes que se incrementaron respecto del borrador de marzo con un tope en la Categoría K de $ 68.000.000 anuales con el fin de evitar que los monotributistas salten al régimen general, lo que no solo implica una cuota más alta sino tener que meterse a un intrincado mundo impositivo difícil de llevar adelante.

Pese a que el proyecto de Ley aumentó los topes, no se ha tocado el monto por alquiler del borrador de marzo; dicho tope de alquiler también se considera como parámetro para entrar o no en determinada categoría. En este marco, los monotributistas categoría A y B que alquilen y paguen más de $ 87.500 mensuales por la renta ($1.050.000 anuales) aproximadamente, saltarán automáticamente de categoría.

Por este motivo, desde MARA aseguraron que esto atenta contra todas las categorías ya que los topes de dicho parámetro deben actualizarse y deberían ser del 35% de los topes de facturación. De este modo, las modificaciones van contra las categorías más bajas que, además, viven el agravante de una recesión y baja de ventas.

Entre otras modificaciones que plantea la propuesta legislativa también hay que mencionar que se eleva el precio unitario máximo por venta de cosas muebles a $ 385.000. Por otro lado, las locaciones de servicios y venta de cosas muebles podrán facturar hasta el límite de la categoría K, que son hasta $68.000.000 anuales.

“A esto se suma una potestad que se le da al Ejecutivo para aumentar la cuota y el tope cuando lo desee durante 2024”, alertó Noelia Villafañe, presidenta de la Asociación de Monotributistas. En este marco, la contadora no solo destacó la inseguridad jurídica que esto genera, sino que es “peligroso porque afecta el principio de certidumbre paritaria”.

En medio de la crisis que afecta tanto a la venta de bienes como de servicios, el monotributo –que tiene su discusión paralela dentro del paquete fiscal de la Ley Bases- tendría un aumento mínimo de 130%. Porcentaje que se suma al ya establecido a principios de año, que fue de un 110% desde enero en comparación con las de 2023. “La mayoría de los monotributistas que son los que actualmente se encuentran en las categorías de Monotributo Social, categoría A, B, C, D, E y F serán perjudicados con una cuota mayor y la misma facturación”, subrayó Villafañe.